La red de colegios María Auxiliadora solicitó a MIDE UC levantar un nuevo proceso evaluativo para directivos con el fin de renovar el que aplican, lo que considera la construcción de los instrumentos para los diferentes estamentos de sus comunidades escolares y la elaboración de una pauta de observación de desempeño del director pedagógico.

La Red Educativa María Auxiliadora es una organización sin fines de lucro con presencia a lo largo del país, desde Iquique hasta Punta Arenas, a través de 19 establecimientos educacionales con sistema Particular Subvencionado; el 50% de ellos son gratuitos y el resto mantiene régimen de financiamiento compartido. Este año encargó a MIDE Educación la renovación de los instrumentos con que evalúan a los directores pedagógicos de sus establecimientos, proceso que se extenderá durante todo 2021.

Para esta red educativa, el rol del director tiene un énfasis en el liderazgo pedagógico que ejerce en el establecimiento, no solo desde la perspectiva de la gestión sino en su involucramiento en los procesos pedagógicos de la escuela. En coherencia con ello, su política de evaluación contempla un plan de acompañamiento a los directivos y un proceso evaluativo en el que participan diferentes estamentos de las comunidades: profesores, estudiantes y miembros del equipo directivo.

“Actualmente, estamos levantando y analizando información para construir nuevos instrumentos para su proceso evaluativo. Esto contempla la creación de un marco de referencia que dará sustento a las evaluaciones, después de eso se generarán las tablas de especificaciones de los instrumentos compuestas por indicadores de evaluación con que los que se construyen los instrumentos”, señala Camila González, jefa de proyectos de MIDE Educación.

Por su parte, Jimena Negrón, también jefa de proyectos de nuestro Centro, agrega que “el trabajo se realizará durante todo el 2021 y es un proceso participativo con permanente contacto e iteración con la contraparte en las etapas de revisión de la construcción de los cuatro instrumentos que entregaremos: una pauta para la observación de los directivos, que nuestra contraparte en la Red Educativa María Auxiliadora aplicará a sus directores pedagógicos; un cuestionario para los miembros del equipo directivo; un segundo cuestionario para docentes y el tercero que está diseñado para que los estudiantes evalúen a los directivos”. El proceso también considera un pilotaje cualitativo, con entrevistas en profundidad y la validación de la contraparte.

El principal desafío de este proyecto es abordar la diversidad de establecimientos de la red, de manera que los instrumentos que se elaboren deben ser lo suficientemente amplios y flexibles para responder a las diversas habilidades que un director pedagógico debe desplegar en contextos tan distintos. Jimena Negrón lo explica: “La Red Educativa María Auxiliadora tiene lineamientos formativos bien específicos, y están buscando que el instrumento permita captar del quehacer del directivo en cada establecimiento con las diversidades que ello implica. La dimensión de evaluación del desempeño de los directores es un proceso que han ido construyendo desde hace 20 años para potenciar la figura del director, entendiendo que este rol cumple una función fundamental en los procesos de enseñanza aprendizaje, y en la mejora continua de los aprendizaje de los estudiantes; pero que también potencia al cuerpo docente mediante su involucramiento, y esa perspectiva se ve reflejada también en los resultados académicos y en el clima en la comunidad educativa”.