Educadores/as, docentes y directivos pueden hacer uso de las rúbricas para analizar las prácticas pedagógicas que están implementando y abrir espacios para discutir, reflexionar y trabajar en conjunto, con el fin de orientar procesos de mejora que impacten positivamente en la calidad de la enseñanza que entregan los jardines, escuelas y liceos de nuestro país.
Durante junio, el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP), publicó en la página de Docentemás las rúbricas empleadas para corregir los Portafolios presentados por docentes y educadoras/es durante el proceso 2020. En la sección Rúbricas, dentro de la pestaña Portafolio de la página, se encuentran las rúbricas para todos los niveles y modalidades evaluados, además de información respecto del proceso de construcción de estos instrumentos y orientaciones para su uso.
Además de permitir a docentes y educadoras/es profundizar en los criterios mediante los cuales se les evalúa, la publicación de estas rúbricas responde al objetivo de que puedan interpretar de mejor manera los resultados de su evaluación, así como también promover su uso por parte de las comunidades educativas como herramienta de trabajo, de reflexión y de mejora de las prácticas docentes.
Paloma Fernández, coordinadora del área de Portafolio de Docentemás, especifica que “En la sección rúbricas de la página web se informa cómo se construyen y cómo usar las rúbricas para revisar y mejorar las prácticas en general, ya no con el único foco de revisar los resultados -si bien hay indicaciones para los evaluados el año 2020- sino que se relevan las orientaciones para usarlas en cualquier contexto, independiente de que seas evaluado o no; de hecho un colegio particular también las podría emplear en ese sentido reflexivo y de trabajo al interior de su comunidad”.
Para no ser prescriptivos respecto del uso de las rúbricas, sino más bien sugerir que mediante ellas se puede promover la reflexión individual y entre pares, la publicación de estas contiene también información de la que se puede extraer su sentido y propósito, en distintos apartados: argumentación respecto del uso del portafolio, cómo es nuestro portafolio en Chile e información de contexto. Lo anterior ha sido pensando para que estos documentos sean del interés no solo de los docentes evaluados, sino también para las comunidades educativas, investigadores, instituciones de educación superior que forman docentes, y todos quienes podrían tener interés en distintos componentes del proceso de evaluación y de las rúbricas.
Acerca de lo anterior, María José Robles, encargada de la Unidad de Desarrollo de Portafolio, enfatiza: “además de una mejor comprensión de sus resultados, esperamos que la publicación de las rúbricas permita que los docentes tengan claridad respecto de sus aspectos logrados y por mejorar, y que sirvan para la reflexión de las comunidades educativas. Nuestra expectativa es que esta iniciativa promueva la discusión de los equipos directivos, para focalizar los esfuerzos en las escuelas, en el sentido de que sea una fuente de información que complemente el diagnóstico respecto de dónde están sus fortalezas, dónde hay aspectos a mejorar, dónde se pueden generar sinergias entre docentes de una misma comunidad, para discutir sobre la práctica entre compañeros noveles y experimentados en algunas áreas descendidas, de modo que esto permita fortalecer el sistema completo. Ojalá, además, que las instituciones de formación inicial docente pusieran atención a los aspectos que se están valorando de la profesión docente, en términos de la evaluación. Hay debilidades que se han mantenido durante años en indicadores evaluados en el Portafolio y ahora tenemos las rúbricas para mirar qué es lo que se recoge como una práctica de calidad, qué tanto de esto estamos abordando, qué vemos en nuestros estudiantes, para generar sinergias en el sistema educativo completo.”