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Después de la pandemia, en todo el mundo se esperaban con ansias los resultados de PISA 2022 que permiten comparar los actuales niveles de aprendizaje con los previos a la crisis sanitaria, pues su última medición fue en 2018. En Chile, estos datos se agregan a los que nos entregó el SIMCE a inicios de año, aplicado a estudiantes de la misma edad y durante el mismo periodo (2022). Ambas mediciones, PISA y SIMCE son coincidentes en llamar nuestra atención sobre las diferencias de logros de aprendizaje entre hombres y mujeres. Tanto en PISA como en SIMCE, en 2022 reapareció la brecha de resultados en Matemática, desfavorable a las mujeres. Lo mismo sucede en Ciencias. En Lectura por su parte, en el caso de PISA 2022 las niñas bajan sus resultados y desaparece la ventaja que en esta área tenían en PISA respecto de sus compañeros varones (en el caso de SIMCE 2022 se mantuvo la diferencia favorable a los hombres que se había observado en 2018). En este contexto, la relativa estabilidad en el tiempo de los resultados promedio que muestra Chile en PISA, oculta que tal vez estos años complejos tuvieron mayores consecuencias para las niñas, y que resurgieron las brechas de aprendizaje que habíamos logrado estrechar, indicando un nuevo desafío a los muchos que necesitamos abordar en educación.
La investigación sobre prácticas de aula muestra que la interacción cotidiana en la sala de clases y las estrategias pedagógicas utilizadas por los y las docentes pueden hacer muchísimo para avanzar en la reducción de brechas entre niños y niñas. Y los datos de PISA 2022 agregan un elemento más que puede resultar muy iluminador. En Chile la importancia y “efecto” de cultivar una “mentalidad de crecimiento” para los resultados en Matemática, es mucho mayor que en el promedio de los países de la OCDE. ¿Qué es la mentalidad de crecimiento? es la creencia de que las cualidades básicas de una persona -inteligencia, talentos, habilidades, aptitudes- son aspectos posibles de cultivar y desarrollar por medio de la dedicación y la experiencia, en contraste con quienes creen que dichas cualidades básicas son características o rasgos innatos que vienen dados desde el nacimiento y, por ende, imposibles de modificar o desarrollar. Estos resultados reafirman la importancia de creer que es posible aprender o progresar si se trabaja en ello. Para desarrollar este enfoque de aprendizaje es necesario que las prácticas pedagógicas se centren en dar retroalimentación y aprovechar los errores como oportunidad de crecimiento (Savvides & Bond, 2021).
La mayor relevancia que según PISA 2022 tiene en Chile la mentalidad de crecimiento para obtener mejores resultados en Matemática puede darnos una pista sobre cómo enfrentar en el aula el resurgimiento de la brecha de género en los aprendizajes, aprovechando además una de nuestras fortalezas: PISA también evidenció que, más que en otras latitudes, los jóvenes reportan que en Chile los profesores muestran interés en que cada estudiante aprenda.